14 de febrero de 2024 - 4:00 PM 
Por La Redacción / The New York Times  


La situación en Brasil por el brote de dengue ha llevado a una preocupación generalizada por una posible crisis de salud en toda América. El país ha experimentado un aumento significativo en los casos de esta enfermedad transmitida por mosquitos y se teme que esta tendencia se traslade hacia el norte.


El Ministerio de Salud brasileño ha alertado sobre la previsión de más de 4,2 millones de casos este año, superando la cifra registrada en toda la región el año anterior por la Organización Panamericana de la Salud. Factores como el cambio climático se han identificado como amplificadores de este problema, con condiciones climáticas propicias para la reproducción de mosquitos.


El dengue ya ha generado un aumento de casos en Argentina, Uruguay y Paraguay durante el verano del hemisferio sur, y se espera que se propague hacia otras regiones en los próximos meses. La Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre la gravedad del dengue como un problema de salud global, con brotes inesperados incluso en lugares no tradicionales, como Francia. En el resto de américa, se espera un aumento en los casos debido a que se ha visto que el mosquito transmisor (Aedes aegypti) ha comenzado a establecerse. 


El dengue, una enfermedad con síntomas que van desde leves a graves, puede causar complicaciones graves en algunos pacientes, incluida una forma grave que puede ser mortal. Brasil está implementando medidas de emergencia, incluida la vacunación y la ampliación de servicios de atención médica, para hacer frente a la situación.


Sin embargo, los desafíos persisten, con la resistencia a los insecticidas y la falta de una vacuna efectiva para toda la población. Los expertos enfatizan la importancia de la detección temprana y el manejo clínico adecuado para evitar un colapso en los sistemas de salud y proteger a las poblaciones vulnerables, como los adultos mayores.