30 de octubre de 2025 - 9:30 AM
SALUD MENTAL | Artículo por psicóloga clínica Carolina Escobar
carolina@escobar.gt


En el contexto guatemalteco actual, la salud mental enfrenta desafíos que van más allá de lo clínico. La cotidianidad se ha convertido en una fuente constante de estrés, ansiedad y desesperanza. Las malas condiciones de las carreteras, el colapso del tránsito, los accidentes viales y la violencia social no solo afectan la seguridad física, sino también el bienestar emocional de la población.


Infraestructura Vial y Tránsito: Un Estresor Diario en Quetzaltenango

Según el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y estudios realizados por el Centro de Atención Integral de Salud Mental (CAISM), el congestionamiento vehicular en Quetzaltenango ha aumentado significativamente debido al crecimiento urbano, el incremento del parque automotriz y la concentración de servicios en la cabecera departamental. Este fenómeno genera estrés crónico, insomnio, irritabilidad, ansiedad, y en casos más graves, trastornos de pánico en conductores y pasajeros.


Los periféricos de la ciudad han colapsado por la cantidad de vehículos que transitan a diario, y los parqueos son insuficientes en muchas zonas. Además, el desplazamiento constante desde municipios cercanos como Almolonga, Zunil y Cantel hacia la ciudad por motivos de salud, educación y trámites administrativos ha intensificado el tráfico, afectando la salud mental de la población.


Estos son 120 tramos viales en Guatemala que están en muy mal estado, según  empresarios


El Dr. Enrique Mendoza Gaitán, del CAISM, advierte que la exposición prolongada al tránsito vehicular puede provocar disminución en la capacidad cognitiva y física, alteraciones en los horarios de comida, y una mayor incidencia de crisis en personas con trastornos mentales preexistentes.


Accidentes de Tránsito: Trauma y Duelo Colectivo

En lo que va de 2025, se han registrado más de 1,920 accidentes de tránsito, con 559 fallecidos y más de 2,100 heridos. Las motocicletas representan el 49% de los casos, afectando principalmente a jóvenes entre 20 y 29 años. Cada accidente no solo deja víctimas físicas, sino también familias en duelo, comunidades fracturadas y una sensación de inseguridad persistente.


Violencia Social: El Miedo como Compañero Diario

La violencia en Guatemala, marcada por homicidios, matanzas y delitos graves, ha generado un ambiente de temor e incertidumbre. Esta realidad impacta directamente en la salud mental, provocando ansiedad, depresión y estrés postraumático. El dolor se normaliza y muchas personas viven en constante estado de alerta.


Redes Sociales: El Espejo de la Tragedia

Las redes sociales, aunque útiles para informar, también amplifican el impacto emocional de estas realidades. La exposición constante a noticias violentas, imágenes de accidentes y discursos de odio puede generar una sobrecarga emocional. Estudios han demostrado que el uso excesivo de redes sociales está vinculado a síntomas de ansiedad, depresión y trastornos del sueño.


A continuación, te dejo algunas estrategias Preventivas para Cuidar Nuestra Salud Mental


Ante los múltiples factores de riesgo que afectan la salud mental en Guatemala, es fundamental adoptar medidas prácticas y accesibles que promuevan el bienestar emocional. Aquí se presentan cinco alternativas preventivas que pueden ser implementadas por cualquier persona:


  • Rutinas de Autocuidado Diario

Establecer horarios regulares para dormir, alimentarse y descansar ayuda a reducir el estrés. Actividades como caminar, leer, escuchar música o practicar respiración consciente pueden mejorar el estado de ánimo y la concentración.

  • Desconexión Digital Programada

Limitar el tiempo en redes sociales y evitar la exposición constante a noticias negativas permite disminuir la sobrecarga emocional. Se recomienda establecer momentos del día sin dispositivos electrónicos para favorecer la tranquilidad mental.

  • Red de Apoyo Social

Mantener vínculos con familiares, amigos y comunidades fortalece la resiliencia emocional. Conversar sobre lo que sentimos y compartir experiencias puede aliviar la carga psicológica y prevenir el aislamiento.

  • Educación Emocional y Psicoeducación

Participar en talleres, charlas o cursos sobre manejo del estrés, inteligencia emocional y salud mental permite adquirir herramientas para enfrentar los desafíos cotidianos de forma más saludable.

  • Acceso a Atención Profesional

Buscar ayuda psicológica o psiquiátrica cuando se experimentan síntomas persistentes de ansiedad, tristeza o agotamiento es un acto de valentía y cuidado personal, en lugares o centros donde brinden atención especializada.


La salud mental en Guatemala se encuentra en una encrucijada marcada por factores estructurales, sociales y tecnológicos que inciden directamente en el bienestar emocional de la población. Reconocer estos desafíos es el primer paso para construir una sociedad más empática, resiliente y comprometida con el cuidado integral de sus ciudadanos. Promover estrategias preventivas accesibles y fortalecer los servicios de atención psicológica son acciones urgentes para enfrentar esta realidad y garantizar una mejor calidad de vida para todos.