7 de mayo de 2025 - 9:50 AM 
Por La Redacción 


Ciudad del Vaticano. Tras la muerte del papa Francisco, los cardenales provenientes de todos los rincones del mundo se han congregado en el Vaticano para iniciar el cónclave, el proceso secreto mediante el cual se elige al nuevo líder de la Iglesia católica.


La jornada comenzó con una misa especial celebrada en la Basílica de San Pedro, presidida por los cardenales electores, todos menores de 80 años. Esta ceremonia marca el inicio formal del cónclave. Más tarde, los cardenales, vestidos con atuendo coral, se reunieron en la Capilla Paulina y caminaron en procesión hacia la Capilla Sixtina entonando el himno "Veni Creator", invocando la guía del Espíritu Santo.


El cardenal guatemalteco Álvaro Ramazzini, forma parte del grupo de 133 cardenales con derecho a voto. Ramazzini ingresó a la Capilla Sixtina junto al resto del Colegio Cardenalicio, en un acto solemne y reservado que marcó el inicio del proceso de elección.



Una vez dentro de la Capilla Sixtina, los cardenales hicieron el juramento de secreto, comprometiéndose a no revelar nada del proceso. Luego, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias pronunció las palabras "Extra omnes" ("Todos los no autorizados, fuera"), marcando el cierre definitivo del recinto hasta que se haya elegido al nuevo pontífice.


El proceso de votación se desarrolla en sesiones tanto matutinas como vespertinas. En cada una, nueve cardenales son seleccionados al azar para funciones específicas: tres actúan como escrutadores, tres como infirmarii (que recogen los votos de los cardenales enfermos) y tres como auditores que verifican los resultados.


Una vez emitidos los votos, los escrutadores los cuentan cuidadosamente. Si un candidato obtiene dos tercios del total de votos, es proclamado papa. El resultado de cada votación se anuncia al mundo a través de una señal de humo que se eleva desde la chimenea de la Capilla Sixtina: el humo negro indica que no se ha alcanzado un consenso, mientras que el humo blanco señala que hay un nuevo papa.


Se pueden realizar hasta cuatro votaciones por día durante los primeros cuatro días. Si no se logra una elección, el proceso se interrumpe temporalmente el quinto día para dar espacio a la oración, reflexión y diálogo entre los cardenales.


El mundo permanece atento al Vaticano, en espera de la señal que anuncie al nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos.