14 de junio de 2025 - 5:00 PM
Por La Redacción
Por años doña María se refugió de la lluvia, el sol y el viento bajo un techo de lámina, en un espacio que le brindaba incertidumbre, pues en cualquier momento podría quedarse a la intemperie debido a la vulnerabilidad de la casa.
Pero la realidad de doña María y su familia ha cambiado, al ser beneficiada con el certificado de subsidio habitacional que recibió del Fondo para la Vivienda (FOPAVI) lo que le ha permitido tener un nuevo comienzo, un verdadero hogar. El caso de doña María se replica en muchas familias.
El subsidio habitacional es una política pública del Viceministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y FOPAVI, en donde se busca cerrar la brecha de desigualdad habitacional en Guatemala.
Con un modelo directo y descentralizado, el subsidio lejos de ser un préstamo, es un apoyo económico que el Estado otorga a familias en situación de pobreza o pobreza extrema para adquirir, construir o mejorar sus viviendas, según autoridades
Solicitudes de subsidio en la región
El subsidio alcanza un monto máximo de Q35,000.00, distribuido en cuatro desembolsos conforme avanza la obra. Las familias pueden usarlo para adquirir un lote, construir en terreno propio, comprar vivienda o mejorar su casa actual.
Sergio Pérez, viceministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, indicó que este programa va más allá de levantar paredes:
“Una vivienda digna transforma la vida de una familia, combate la malnutrición infantil y fortalece el tejido comunitario. Esto es desarrollo humano integral”, expresó.
En una reciente gira en Quetzaltenango, el viceministro recibió 931 solicitudes de subsidio provenientes de los departamentos de San Marcos, Sololá y Suchitepéquez. En este encuentro simbólico, mujeres líderes comunitarias, viudas, madres solteras y adultos mayores entregaron la papelería.
Edith Rosales, una madre soltera residente de San Juan Ostuncalco, con la voz entrecortada relató que tiene 20 años y una hija de dos. Ellas vive en condiciones limitadas y sueña con un ambiente seguro donde su hija pueda crecer.
“Este será el legado que quiero dejarle a mi hija. No es solo una casa, es un hogar donde construiremos recuerdos”, expresó.
En cifras y datos
En 2024, los cinco departamentos con más solicitudes acumuladas fueron:
La cantidad de solicitudes refleja que lo que más necesitan las familias es apoyo para construir en lote propio, es el tipo de subsidio que más han presentado, con 38 mil 569 expedientes, muy por encima de las otras modalidades.
El promedio anual de solicitudes durante los últimos dos años también revela una constante demanda. Departamentos como Guatemala (2,316), Chimaltenango (2,049), Quetzaltenango (1,712) y San Marcos (1,499) encabezan la lista, demostrando que la necesidad de vivienda digna es una prioridad nacional.
Cleotilde Vásquez, Coordinadora de Organizaciones Comunitarias de Mujeres Indígenas, resalta el componente transformador para las mujeres rurales:
“Muchas viven en casas prestadas, hacinadas o bajo techo ajeno. Tener su propia casa significa vivir con dignidad, salir del círculo de violencia doméstica y dejar un futuro más seguro a sus hijos”, comentó Vásquez.
Para miles de mujeres indígenas, este subsidio representa empoderamiento económico y una oportunidad para acceder a un derecho históricamente negado: la vivienda.