16 de abril de 2022 - 10:00 AM
Por Yulisa Gutierrez
El refresco de Chilacayote es una bebida que no puede faltar en la Semana Santa y en Huehuetenango es toda una tradición el degustarla en familia, Olga Alfaro es un ícono de la gastronomía en el departamento no solo por la empresa que un día inició su mamá y que ha logrado posicionar sino por la cantidad de recetas que conoce y que cocina.
Doña Olguita, como es cariñosamente conocida, indica que el chilacayote formaba parte de la base de la alimentación de los mayas y con el paso del tiempo se ha mantenido, pero ahora se consume en refresco y resaltan sus aportes nutricionales.
Señala que esta fruta se compra en cualquier mercado, Huehuetenango por el clima que posee es privilegiado pues se encuentra todo el año, en alguna época disminuye la producción, pero siempre hay existencia.
Para adquirir el chilacayote, basta con ir al mercado donde hay variedad de tamaños, se escoge maduro y al llegar a casa, se golpea suavemente, se lava, pela y parte en pedazos, en agua se pone a cocer con pimienta gorda, panela, canela y unos clavos de olor, dependiendo la cantidad, se cuece por una hora o más, se espera a que enfríe y se sirve en copas o cristales sin faltar el hielo para que sofoque el calor, algunos gustan de añadir un poco de licor.
En Huehuetenango a lo largo del año hay diversidad de festejos, donde se acostumbra a beber este refresco y cuyo consumo se incrementa para la Cuaresma, doña Olguita señala que es importante mantener las tradiciones e inculcarlas en las nuevas generaciones para que puedan preservarse, sobre todo la gastronomía.