24 de octubre de 2025 - 1:51 PM
Por Víctor Rodas 


Niños, niñas y adolescentes migrantes que han retornado a Guatemala desde Estados Unidos enfrentan serias dificultades para reintegrarse a sus comunidades, debido a la falta de apoyo y seguimiento por parte del Estado. Al llegar al país, la mayoría no recibe acompañamiento institucional y depende únicamente del respaldo de sus familias o de algunas organizaciones sociales con recursos limitados.


Un reciente sondeo periodístico, presentado en Xela por el Programa de Atención, Movilización e Incidencia por la Niñez y Juventud (PAMI), evidenció que estos menores carecen de oportunidades para continuar sus estudios o acceder a mecanismos de protección adecuados. 


La falta de atención en los puntos de ingreso y en sus comunidades genera que muchos abandonen la escuela o no puedan validar los conocimientos adquiridos en el extranjero, aumentando así las brechas educativas.


La situación se agrava con la discriminación lingüística y cultural que enfrentan, así como con el desconocimiento de sus derechos y de los servicios públicos disponibles. Esto provoca desconfianza y exclusión, especialmente entre adolescentes que regresan con el deseo de continuar su formación, pero sin los medios ni el apoyo necesario.




Aunque existen esfuerzos institucionales para atender a esta población, no funcionan de forma sostenida ni coordinada, lo que deja a muchos menores fuera de los sistemas de educación y salud, señala el estudio. La débil articulación entre las entidades públicas contribuye a la invisibilización de su situación y limita las posibilidades de una reintegración efectiva.


El estudio, realizado con una muestra de niños, niñas y adolescentes originarios de Huehuetenango, refleja la urgencia de fortalecer políticas públicas que promuevan su inclusión social, educativa y cultural, garantizando condiciones dignas para su desarrollo en el país.