15 de julio de 2025 - 8:00 AM
SALUD MENTAL | Artículo por psicóloga clínica Carolina Escobar
carolina@escobar.gt
En momentos de crisis, no siempre hay tiempo para esperar a un profesional. A veces, lo que salva emocionalmente a una persona es una mirada empática, una palabra calmada o simplemente alguien que sepa qué hacer. Los primeros auxilios psicológicos (PAP) son esa respuesta inmediata que todos deberíamos conocer, porque todos podemos ser el primer contacto de ayuda.
¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?
Los PAP son intervenciones breves, empáticas y no intrusivas que se aplican en situaciones de crisis —como desastres naturales, accidentes, pérdidas o eventos traumáticos— con el objetivo de aliviar el sufrimiento emocional inmediato, restablecer la estabilidad y prevenir secuelas psicológicas como el estrés postraumático.
No reemplazan una terapia profesional, pero sí pueden marcar la diferencia entre el desborde emocional y la contención.
¿Por qué deberíamos aprenderlos todos?
• Las crisis no avisan: cualquier persona puede enfrentarse a una situación crítica en casa, en el trabajo o en la calle.
• La salud mental es responsabilidad colectiva: saber cómo actuar puede evitar que el dolor emocional se convierta en trauma.
• Empodera comunidades: cuando más personas conocen los PAP, se fortalece la red de apoyo emocional.
• Fomenta la resiliencia: tanto en quien recibe como en quien brinda el auxilio.
Como señala la Cruz Roja, los PAP son una herramienta humanitaria que puede ser aplicada por cualquier persona capacitada, no solo por profesionales de la salud mental.
Ejercicios prácticos para aplicar PAP
Aquí algunos pasos clave que puedes practicar y enseñar:
1. Ver: Evalúa el entorno. ¿La persona está segura? ¿Hay necesidades físicas urgentes?
2. Escuchar: Acércate con respeto. Usa frases como “Estoy aquí para ayudarte” o “¿Quieres hablar?” sin presionar.
3. Vincular: Ayuda a reconectar con redes de apoyo (familia, amigos, servicios especializados).
4. Respiración guiada: Invita a inhalar profundamente por la nariz, sostener el aire unos segundos y exhalar lentamente por la boca. Repetir por 3 minutos.
5. Validación emocional: Usa frases como “Es normal sentirse así después de lo que viviste” o “Tu reacción tiene sentido”.
Estos pasos están respaldados por protocolos como el modelo ABCDE desarrollado por la Universidad Católica de Chile.
¿Qué no se debe hacer al brindar primeros auxilios psicológicos? (según la OMS)
La OMS, en su Guía para trabajadores de campo sobre Primera Ayuda Psicológica, establece principios éticos y prácticos que deben respetarse para evitar causar daño emocional adicional. Estos son algunos de los errores más comunes que deben evitarse:
• No presionar a la persona para que hable: Forzar el relato de lo sucedido puede reactivar el trauma. La escucha debe ser empática, pero nunca invasiva.
• Evitar hacer juicios o minimizar la experiencia: Frases como “no es para tanto” u “otros lo han vivido peor” invalidan el sufrimiento y pueden generar retraimiento.
• No asumir el rol de terapeuta: Los PAP no son terapia. No se debe interpretar síntomas ni ofrecer diagnósticos.
• No invadir el espacio personal: El contacto físico o la proximidad excesiva puede generar incomodidad o reactivar el trauma, especialmente en víctimas de violencia.
• Evitar promesas que no se pueden cumplir: Decir “todo estará bien” puede generar falsas expectativas. Es mejor ofrecer apoyo concreto y realista.
• No compartir información confidencial sin consentimiento: La privacidad debe ser respetada en todo momento.
• No imponer ayuda: Si la persona no desea hablar o recibir apoyo en ese momento, se debe respetar su decisión y ofrecer disponibilidad futura.
Estos principios están alineados con el enfoque de “ver, escuchar y vincular” propuesto por la OMS, que prioriza la seguridad, la dignidad y los derechos de la persona afectada.
La importancia de la psicoeducación
Aprender sobre salud mental no solo nos prepara para ayudar a otros, sino también para reconocer nuestras propias señales de alerta. La psicoeducación nos permite:
• Identificar síntomas de ansiedad, depresión o estrés agudo.
• Saber cuándo buscar ayuda profesional.
• Desmitificar el sufrimiento emocional.
• Promover el autocuidado y el cuidado mutuo.
Como señalan varios artículos sobre salud mental, integrar la psicoeducación en los PAP fortalece la atención emocional y promueve la resiliencia.
Los primeros auxilios psicológicos deberían enseñarse en escuelas, empresas, comunidades y hogares. No se trata de convertirnos en terapeutas, sino en puentes de contención emocional. Porque cuando el mundo se tambalea, lo más humano que podemos hacer es sostenernos unos a otros.