1 de septiembre de 2025 - 5:03 PM
Por La Redacción 


Afganistán vivió una de los días más trágicos de los últimos años tras un terremoto de magnitud 6.0 que sacudió varias regiones del país. 


El sismo, que tomó por sorpresa a la población durante las primeras horas del último día de agosto, dejó al menos 800 personas fallecidas y más de 2 mil heridas, según cifras preliminares.


Muchas familias lo perdieron todo en cuestión de segundos. Casas destruidas, caminos bloqueados y servicios básicos colapsados han dificultado la atención a los heridos y la búsqueda de sobrevivientes. 


Las zonas más afectadas son también las más vulnerables: comunidades rurales con infraestructura frágil, donde ahora miles de personas duermen a la intemperie, en medio del miedo y la incertidumbre.


Ante la magnitud de la tragedia, organizaciones humanitarias han solicitado el apoyo urgente de la comunidad internacional. Se necesita asistencia inmediata para cubrir necesidades básicas como alimento, agua potable, atención médica y albergue. 


Los niños, en particular, están viviendo las consecuencias más duras del desastre, expuestos a condiciones extremas y al trauma emocional de haber perdido a sus seres queridos o su hogar.


Mientras los equipos de rescate trabajan sin descanso, las voces de las familias afectadas claman por ayuda y esperanza.