6 de enero de 2023 - 9:15 AM
Por Carlos González 


El origen de la Rosca de Reyes es una tradición que tuvo sus comienzos en la Edad Media (siglo XIV) en países europeos como Francia y España, que poco tiempo después, llegó a México durante la conquista.


Desde entonces es costumbre partir una rosca de pan para el Día de Reyes, el 6 de enero. Para los cristianos, la forma ovalada de la rosca, representa el círculo infinito del amor a Dios. 


Las frutas secas cristalizadas que adornan el pan, simbolizan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos, el muñeco escondido, representa al Niño Jesús.   

 

Luis Alfredo Arriola de 62 años, lleva aproximadamente 40 años de haber iniciado en el arte de la panadería y repostería, cuando tenía 6 años, su abuelo le enseñó y con el paso de los años se profesionalizó, logrando ser reconocido también por elaborar la Rosca de Reyes, en el municipio de San Mateo, Quetzaltenango. 


 “Para mi hacer pan y elaborar la Rosca de Reyes es una forma de vida, el amor a hacer, pan me gusta mi trabajo”, dijo don Luis. 



Para hacer una deliciosa rosca de reyes artesanal, se necesitan varios ingredientes como: rompope, azúcar, harina de trigo, leche, levadura y jugo de naranja, comentó Arriola, la preparación lleva tiempo, desde la compra de los ingredientes, el reposado, hasta llevarla al horno.  


Cada rosca esconde diferentes figuras que representan al niño Jesús. Anteriormente solo era una, en la actualidad se encuentran hasta 6 figuras, dependiendo del tamaño de la rosca.  


Unas incluyen también el nacimiento completo.  Cada comensal parte una rebanada de la rosca y quien encuentre al niño Dios, se compromete a comprar los tamales para compartir el 2 de febrero, Día de la Candelaria. El haba y la argolla representaban también la bebida y la música para esta celebración. 




 En la tradición católica la rosca simboliza el encuentro de la Epifanía, el día en que los Reyes Magos conocieron al niño Jesús. Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes viajaron desde Oriente hasta Belén, guiados por una estrella, para conocer al recién nacido y otorgarle tres regalos: oro, incienso y mirra.