26 de julio de 2025 - 1:00 PM 
Cobertura y fotos 
Mandy Martínez y Enrique Calvillo 


En el marco del Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar, que se conmemora cada 26 de julio desde 2015 por la UNESCO, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por su siglas en inglés)junto al Instituto Nacional de Bosques (INAB)organizaron un recorrido en una zona de mangle ubicada en el municipio de Iztapa, Escuintla, con el objetivo de destacar la importancia ecológica y social de estos ecosistemas costeros.




Durante la actividad, técnicos del INAB y del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) presentaron las características y categorías del mangle, resaltando su papel estratégico en la resiliencia climática, la protección costera y la economía local.




Región Más Noticias, junto a periodistas de diversos medios de comunicación, participaron en la jornada, que incluyó una reforestación a orillas del canal de Chiquimulilla, en la aldea Atitancito. La experiencia permitió conocer de cerca el proceso de recuperación de manglares en zonas afectadas por la deforestación y el cambio climático.




En Guatemala, los manglares están presentes en ocho departamentos: San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Santa Rosa, Jutiapa, Izabal y Petén, con una cobertura estimada de 25,084 hectáreas.


Estos ecosistemas únicos en biodiversidad proveen alimento, materiales de construcción, empleo y protección natural frente a tormentas, además de sostener la productividad agrícola y la seguridad costera.




El INAB impulsa su conservación a través de programas de incentivos forestales que actualmente protegen el 20% de la cobertura nacional de mangle, con una inversión acumulada de Q11,693,735. A esto se suma el trabajo coordinado con comunidades, organizaciones no gubernamentales, academia, empresa privada y entidades gubernamentales, que ha permitido recuperar más de 450 hectáreas de mangle.



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Actualmente, el INAB trabaja con 52 socios estratégicos para restaurar más de 2,700 hectáreas en la costa sur, abordando no solo manglares, sino también otros sistemas boscosos como agroforestales, ribereños, secos, montanos, latifoliados y de coníferas.



La actividad concluyó con un llamado a la protección de estos ecosistemas, considerados auténticas “guarderías marinas” y pilares de estabilidad económica para miles de familias guatemaltecas.