22 de octubre de 2025 - 6:11 PM
Por Víctor Rodas
Tras un largo proceso de restauración, una de las obras religiosas más valiosas de Quetzaltenango regresó a la Catedral Metropolitana de Los Altos. Se trata de la pintura que representa la consagración de la Virgen del Rosario, considerada un símbolo de fe y parte esencial del patrimonio espiritual de la ciudad.
La pieza, atribuida al reconocido pintor guatemalteco Juan José Rosales, retrata el momento histórico de la consagración de la Virgen el 20 de enero de 1781 por parte del Arzobispo de Guatemala Fray Cayetano Francos y Monroy, según se detalla en la cartela que acompaña la obra. Su calidad artística y su carga simbólica la convierten en un testimonio significativo de la devoción y la historia altense.
El trabajo de restauración fue realizado por el Centro de Rescate, Estudios y Análisis Científico para el Arte (CREA), que atendió problemas estructurales y daños ocasionados por el paso del tiempo. Entre ellos, la deformación del bastidor, acumulación de suciedad y una capa de barniz oxidada que ocultaba los colores y detalles originales.
Luego de un cuidadoso proceso de limpieza, estabilización y aplicación de nuevos materiales de conservación, la pintura recuperó su brillo y equilibrio visual. También se sustituyó el marco, que se encontraba completamente deteriorado.
Aunque la obra ha sido devuelta a su casa original, no será colocada en exhibición pública. Por razones de conservación y seguridad, permanecerá resguardada dentro de la Catedral. Una decisión que, si bien protege su integridad, deja en la comunidad el deseo de poder contemplar nuevamente una de las piezas más representativas del arte sacro quetzalteco.