3 de septiembre de 2025 - 3:33 PM
Por Yulisa Gutiérrez


Como si el cielo hubiese querido pintar con brocha blanca los verdes mantos de Los Cuchumatanes, Huehuetenango, una intensa tormenta de granizo cayó con fuerza sobre esta imponente región montañosa, dejando a su paso una escena que parecía arrancada de una postal de otro país.


Desde los primeros minutos de la tormenta, los habitantes y visitantes del lugar sacaron sus cámaras y teléfonos para registrar el fenómeno que, aunque no es del todo desconocido, volvió a captar la atención por su fuerza y belleza. 


Las redes sociales se inundaron con imágenes y videos de árboles cubiertos por una capa blanca, caminos casi irreconocibles y, sobre todo, la laguna seca de Chiantla convertida en un paraje que muchos compararon con lugares del extranjero.




El espectáculo natural dejó a muchos maravillados. Las capas de granizo, acumuladas en tal cantidad que parecían nieve, contrastaban con el cielo todavía gris, creando un cuadro digno de admiración y asombro.  


Pero entre la admiración y la fascinación por el espectáculo, también surgieron inquietudes, detrás de la postal, se esconde una preocupación real: las cosechas. Agricultores locales temen que el granizo haya afectado cultivos delicados, sobre todo en zonas donde el maíz, el frijol y algunas hortalizas estaban en etapas críticas de desarrollo.




“Una helada así, aunque sea en forma de granizo, puede quemar los tallos, romper las hojas y matar la producción”, explicó don Aurelio Calmo, campesino de la zona.