24 de diciembre de 2025 - 9:45 AM
Por Yulisa Gutierrez
En la colonia El Mirador, zona 1 de Huehuetenango, la llegada de la temporada navideña tiene un significado especial pues desde hace más de 60 años, don Julio Castillo mantiene viva una tradición familiar elaborando un nacimiento gigante que año con año transforma su hogar en un espacio de fe, cultura e identidad huehueteca.
Esta costumbre fue heredada de sus padres y hoy continúa gracias al compromiso de sus hijos y nietos, quienes participan en cada etapa del proceso. Para la familia Castillo, no se trata únicamente de colocar un nacimiento, sino de preservar una tradición que recuerda el verdadero significado de la Navidad.

La preparación inicia desde el mes de octubre, cuando comienza la planificación logística y análisis de la creatividad, en esta etapa se define cómo se elaborarán los distintos escenarios, qué figuras se utilizarán y de qué manera se integrarán los elementos que caracterizan cada edición.

El área destinada para el nacimiento mide aproximadamente tres metros de ancho por siete metros de largo, espacio que se aprovecha cuidadosamente para dar vida a un montaje detallado y dinámico.
Además de las escenas tradicionales del nacimiento de Jesús, el montaje destaca por incorporar escenarios propios de Huehuetenango, entre ellos sobresalen maquetas del edificio municipal, la Plaza de Armas y la Gobernación Departamental, así como representaciones de tradiciones guatemaltecas, logrando una fusión entre la fe cristiana y la identidad cultural.
Don Julio explica que muchas de las figuras son adquiridas, pero una parte importante es elaborada por la propia familia, lo que añade un valor especial al nacimiento. Un detalle curioso es que cada año se procura innovar pues aunque algunas figuras se repiten, también presentan algo novedoso en cada temporada y sorprender a quienes lo visitan.
“Para nosotros es importante heredar esta tradición, pero sobre todo preservarla, porque nos recuerda el significado de esta época”, señala Castillo, quien con orgullo observa cómo las nuevas generaciones continúan involucrándose en esta labor.

Así, el nacimiento gigante de la familia Castillo representa un legado cultural y de fe que, tras más de seis décadas, sigue uniendo a la familia y evidenciando que las tradiciones navideñas están vivas en Huehuetenango.